El Ego
Solemos ver el ego como algo nocivo, algo que no se encuentra alineado con el universo y que lo único que nos va a generar es malestar.
Pero nada más lejos de la realidad, el ego se encuentra ligado a nuestra propia existencia, solo que debemos verlo sin los condicionamientos establecidos por la sociedad y que desdibujan su verdadero cometido.
El ego nace en el mismo instante en que nacemos nosotros, viene de la mano de nuestra alma para protegernos, para conseguir que nos situemos en nuestro lugar y realicemos el propósito que nos hemos marcado. Es esa herramienta que nos va a servir de escudo y al mismo tiempo de lanzadera.
Entonces, ¿Por qué esta tan mal visto? Pues porque solemos llevar nuestro ego a límites y lo colocamos por encima del de los demás, apisonando y entorpeciendo a los que nos rodean, ese es el verdadero problema del ego mal visto y por desgracia más conocido.
Cuando nos colocamos un escalón por encima del prójimo, lo que hacemos es salirnos de la ruta establecida e interferir en el proceso de los demás y, como no, en el nuestro propio.
No hay nada más gratificante y sano que estar en la posición que te corresponde, ni más alto ni más bajo, solo en tu lugar. Solo así podrás desarrollar el verdadero ego y culminar tu propósito.