Hace 15 años sufrí un accidente de tráfico. Me deslicé por un terraplén en un bosque. Un pensamiento apareció en mi cabeza. «¡Túmbate entre los asientos!». Obedecí. Me quité el cinturón de seguridad y me tumbé. El coche dio un montón de vueltas de campana.Tumbarme me salvó la vida. El vehículo quedó siniestro total y yo intacto.
Quizá no lo sabes, pero tienes una conexión permanente con tu dimensión más sutil. A veces se manifiesta de golpe, como en este caso. Otras más suave, pero siempre está o están ahí. Y lo curioso es que están para ayudarte.
Este taller va de eso, de abrirse a esa ayuda, de recibir, de saber, de ser y estar más plenos en esta vida.
630 85 71 14