Dicho así resulta aterrador e inalcanzable, pero nada más lejos de la realidad, esa conciencia forma parte del universo y de nuestra propia esencia.

El problema llega cuando nos desviamos de esa conciencia colectiva y solo nos quedamos en la conciencia individual y que se impregna del ego en mayúsculas. Todos somos parte de un mismo universo, todos somos la esencia del mismo que nos llena por igual, no debemos ni podemos alejarnos de esa realidad, ya que cuando nos desviamos de ese eje, rompemos el equilibrio de todo el universo, no solo de nuestro propio ser.

No somos uno en la soledad.

No somos conscientes el enorme daño que hacemos al planeta con nuestra “conciencia” individual y egoísta, no podemos alcanzar a ver el sufrimiento del universo cuando dejamos de lado el resonar al compás del mismo, nuestra visión se nubla con lo terrenal, con las preocupaciones sin sentido y los enojos sin motivo.

Cuanta realidad en los Gokais que nos guían en el camino del equilibrio y el bienestar, esos que nos llevan a vibrar con el universo y a unir nuestras conciencias en un fin común, la felicidad colectiva.

¿De que nos sirve preocuparnos, enojarnos, no ser amables, olvidar nuestro trabajo y no respetar a nadie?????

Si nuestra conciencia se encuentra en este estado para lo único que nos sirve es para sentirnos mal, no tener nunca bastante, no querer de verdad ni a nosotros mismos, no nos puede ayudar ni llenar.