Sentimiento noble y sincero que nunca debemos olvidar.
Ternura en los ojos cuando nace el sol y calienta tu cara con sus rayos de felicidad.
Ternura ante el niño que fuiste y que poco a poco creció hasta convertirse en el adulto que es hoy con todo lo que aprendió en el camino.
Ternura que acaricia el corazón del adulto eres ahora y que recuerda con nostalgia el niño que se fue.
Ternura ante la vida y ante la muerte, porque una no existe sin la otra, porque todo es uno en el camino que te lleva a alcanzar la cima de tu vida.
Sentir ternura no te debilita ni te hace parecer débil ante los ojos del universo que se encuentra guiando tus pasos con firmeza, al contrario, te muestra como él te creo, con amor, ternura y compasión.
Como olvidamos estos sentimientos en la carrera hacia el éxito material, pero como nos reconforta cuando los volvemos a recuperar en el camino interior que nos debe siempre acompañar.
Sentir ternura no es fracaso ni debilidad, es fuerza, valentía y seguridad, es ser uno con uno mismo, luchando por conseguir el éxito de su vida para culminar su camino con felicidad.
Ternura es un sentimiento que me llena de dulzura viendo la luna y las estrellas brillar para indicarme que formo parte del universo, que soy parte de este engranaje tan perfecto que me brinda la felicidad.
Consigue que tu camino te lleve a los sentimientos más puros que te empujaran hasta alcanzar las estrellas.
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