La vida pasa inexorablemente dejando tras de sí un reguero de experiencias vividas.

La vida va pasando y en la mayoría de las ocasiones no somos conscientes de ese hecho tan sencillo y que tanto nos genera en cada instante.

Solo cuando te observas desde la distancia es cuando te haces consciente de tu verdadero yo, de lo que estás viviendo en ese momento y de porque lo estás viviendo.

Yo he tenido la suerte de conocer el mundo de los Registros Akáshicos y Reiki.

He tenido el privilegio de llegar a comprender esa unión que existe entre los dos mundos y lo que eso me puede aportar, es por eso que, aunque la vida pasa igual, mis ojos lo perciben de diferente manera.

Puedo llegar a comprender que es lo que me pasa, porque estoy viviendo este presente y que es lo que esto me va a aportar, llego a esa calma que hace que mis ojos sean libres para ver ese paso de la vida con Puedes aprovechas esta vida que pasa de manera inexorable con mayor ilusión si cabe, puedes vivirla con la realidad como espejo de ti misma.

La vida pasa en cada instante, pero la podemos detener con la mirada y quedarnos con nuestro reflejo en la retina.

Si tienes esa sensación de no encontrar la respuesta, si necesitas calma para poder mirar de frente y sin temor, si deseas conocerte, comprenderte y asimilarte desde la tranquilidad de tu Alma, no te dejes llevar por el miedo o la incertidumbre, viaja al mundo de las energías sutiles, al mundo de Reiki con la alta vibración, al universo de los Registros Akáshicos con la comprensión y déjate llevar por lo que dicta tu corazón.