Son péndulos que han sido elaborados con el fin de usarlos para sanar aprovechando la vibración que emiten.
Otros han sido creados por investigadores de las Ondas de Forma, como André de Bélizal y León Chaumery.
Las formas de estos péndulos, emiten una “onda de forma”, que unida a la fuerza, predisposición, nivel de consciencia y evolución, e incluso la intención del radiestesista y terapeuta, hacen que tenga una capacidad de reparar y limpiar el cuerpo etérico y así acelerar la sanación del cuerpo físico.
Lo importante a tener en cuenta sobre todo cuando vamos a utilizarlos es saber con exactitud cuál va a ser el efecto que produce tanto en el paciente como en el propio terapeuta.
Con ellos podemos trabajar cualquier disfunción de nuestro campo energético, podemos equilibrar los chakras, limpiar puntos de acupuntura, eliminar las energías densas que puedan estar afectándonos, momificar virus y bacterias, irradiar sobre nosotros las diferentes ondas de forma que nos lleven al bienestar, etc.
Eso sí, tenemos que conocer muy bien el funcionamiento de ellos para no provocar sobre nosotros mismos alguna disfunción de tipo energético por el mal uso o una irradiación en exceso.
En mis terapias suelo usar los péndulos dependiendo de lo que se vaya a tratar y los resultados son asombrosos, he observado que en ocasiones al tiempo que estoy tratando a la persona es como si fuera recibiendo yo esas ondas que me aportan equilibrio.
Me siento genial cuando tomo el péndulo Isis y siento esa luz blanca que irradia, cuando empieza a girar el Espiral y notas su fuerza, cuando con el Karnak puedo realizar trabajos a distancia, el Osiris, el Atlante…..
Es un mundo apasionante que iré contándoos en los siguientes blogs sobre Radiestesia, cada péndulo, sus funciones, sus características, todo lo que tanto me apasiona y me ayuda en cada momento de mi vida.
¿Te gusto la publicación? Compártela.